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viernes, 26 de septiembre de 2014

UNA NARRACIÓN ALEATORIA.

En este blog usted encontrará escritos de Guillermo Carvajal Alvarado, aquí presentó la parte literaria a la he dedicado parte de mi vida. Son observaciones anécdotas y narraciones aun no publicadas que deseo compartirlas con ustedes estimad@os lector@s.




UNA NARRACIÓN ALEATORIA.

El era un experto en tocar el órgano lo hacía con tal pasión y excitación que pienso que lo llevaba a un estado de turbación total. Su mujer una linda mujer venida del continente asiático dominaba la técnica del origami. Mientras ella se afanaba en hacer un origami , el seguía, órgano en mano haciendo gemir el encuentro musical como la primera vez.

Pero la vida es de momentos y situaciones reales, llegó el día en que el órgano dejó de producir aquellos sonidos estremecedores del alma en su principal admiradora y el músico se percato que ya la fiel compañera sólo fingía los viejos momentos de una relación que había llegado al extremo del aburrimiento.

El día que él descubrió que su mujer ya no hacía origami y le fingía de manera afanosa su disgusto por sus virtudes turbadores, ambos conversaron como personas maduras. Más no supe más de ellos, solo sé que aprendieron a seguir en la monotonía de seguir haciendo lo que ambos buscaban... darse compañía porque ambos le temían al miedo de reiniciar una vida sin papel y sin el órgano.


Entonces con furia el ahorcaba el pato de origami que ella le había fabricado con tanta delicadeza y ambos fueron infelices hasta el aburrimiento de la turbación y nunca sus órganos sonaron al unísono.

SOMOS EDITORIAL Y LIBRERÍA ALMA MATER. BARRIO LA SOLEDAD, CALLE 13 Y AVENIDA 14, CASA ESQUINERA


LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS ES UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL: EL CASO DE JUAN SANTAMARÍA

En este blog usted encontrará escritos de Guillermo Carvajal Alvarado, aquí presentó la parte literaria a la he dedicado parte de mi vida. Son observaciones anécdotas y narraciones aun no publicadas que deseo compartirlas con ustedes estimad@os lector@s.

LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS ES UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL: EL CASO DE JUAN SANTAMARÍA

La patria se inventa, y se inventa a través de mitos, se construye borrando personas y empujando a otras que se colocan en el primer orden cuando en su época pudieron haber sido seres comunes y corrientes. Como lector crítico de nuestra historia hay personalidades críticas que entraron al panteón de la patria sobre las cuales se cierne un inmenso signo de pregunta. Me voy a detener un momento en dos hechos fundamentales que marcan nuestra identidad el triunfo de la invasión filibustero y la emergencia de nuevos héroes.

Aquí hasta los historiadores que han estudiado los eventos como decían mis maestros de historia les hicieron falta horas archivos, los impresionó el primer papel viejo donde se menciona un acto heroico. El heroísmo de 1856 nació no en los sectores populares, no todos los historiadores olvidan que para aquellos años había un ejército y que justamente el presidente Mora Porras lo había apertrechado con equipo moderno y había ordenado los cuarteles y los mandos medios, este acto arrancón en 1851 con el ascenso de José Joaquín Mora, un gran militar y héroe de la Patria olvidado, al lado el general José María Cañas.

Y ciertamente hubo ciudadanos que se sumaron a la marcha militar hasta Rivas pero en un 98 por ciento fueron personas ligadas al ejercito, insisto en esto porque la gente se imagina al campesino de pata descalza empuñando un rifle y disparando contra el ejército invasor.

Me encontraba de nuevo con la obra de Carlos Meléndez, uno de nuestros historiadores más serios y prominentes, hombre puntilloso con el dato, de una meticulosidad a toda prueba. Releía su libro Juan Santamaría. Una Aproximación crítica y documental, un libro publicado por el Museo histórico Juan Santamaría. Un libro de una enorme calidad pero que no nos obnubila para plantear algunas críticas. ¿Porque el nombre del museo, dedicado a al tamborcillo alajuelense y no a todos los soldados que fueron hasta tierras foráneas a defender nuestra soberanía?
A mi ojos es clara la intención de los propulsores del nombre, lo cual de por si limita ya la búsqueda datos sobre el soldado Juan, sobre el cual hay dudas si murió en el combate o murió de regreso atacado por el cólera morbus.

El nombre del museo debió reconocer al presidente, a sus ministros, al ejército y al pueblo que se sumó en la lucha. Pero todos sabemos que detrás del acto de la creación del museo hubo fuerzas oscuras por esconder la imagen sólida y fuerte de Juan Rafael, de José Joaquín y del general Cañas. Detrás de este hecho sin importancia para muchos la familia golpista los Montealegre, por cierto estudiados por don Carlos Meléndez en un su tesis de licenciatura que fue publicada como libro posteriormente. Curioso para esa época se debió escribir sobre el juicio sumario contra Juanito Mora Porras, pero había prisa en desaparecer al líder.


Vuelvo sobre Juan Santamaría, un hombre humilde de Alajuela, el erizo, como se le llamaba por lo ensortijado de su caballera que en un acto valiente tomo la " tea fulgurante" y prendió fuego el mesón, una vieja casa en la ciudad de Rivas donde se refugiada parte del ejercito de Walker. Ahora bien resulta que el memorial sobre los hechos del 11 de Abril de 1856 fueron indagados hasta 1891 que es un capítulo del libro de Meléndez Chaverri p 108 a 134 que se le titulo Información AD PERPETUAM. Heroísmo de Juan Santamaría. Batalla del 11 Abril de 1856. Alajuela 15 de Setiembre de 1891. Pues si hubo que esperar 31 años para reconstruir los hechos que coronarían al soldado Juan Santamaría como un héroe.

jueves, 25 de septiembre de 2014

¿ Y COMO HABLABAN NUESTROS ANTEPASADOS?

En este blog usted encontrará escritos de Guillermo Carvajal Alvarado, aquí presentó la parte literaria a la he dedicado parte de mi vida. Son observaciones anécdotas y narraciones aun no publicadas que deseo compartirlas con ustedes estimad@os lector@s. ¿

¿Y COMO HABLABAN NUESTROS ANTEPASADOS?

Tendríamos que tener estudios de Historia de las mentalidades, campo por cierto en el que nunca se incursionó en Costa Rica, ni los maestros de la historia, ni sus discípulos. Solo sé que nuestros campesinos no son los que nos pinta Aquileo en sus concherías. ¿ Como lo sé? Pues muy sencillo mi abuelo, nativo de Dulce Nombre de Tres Ríos, se inicio e pueblo natal como boyero. Comaprtí mucho con mi abuelo un hombre nacido en 1888. un Cartago, un migrante en San José, y su habla no tenía esos dejos, tonaliades, y acentuaciones que señala Aquileo.

Aquileo Echeverría y su mercando leña, solo nos relatan una escena teatralizada de una venta de leña entre un campesino vendedor de leña y una mujer. Aquileo escribe ya en un proceso avanzado de la economía costarricense, ya comercializabamos el café y el banano, digámoslo dentro del marco de economía agroexportadora el campesinado que nos dibuja Aquileo es una ficción literaria. Y si bien es cierto en muchos casos la literatura refleja una época y un grupo social, no fue este el caso del pulpero- escritor que fue Aquileo, no, en este caso el teatro le impuso un marco a su personajes.

La carencia de estudios ha servido para registrar esta "concheria" como el reflejo de lo que fue el campesinado de costarricense. MERCANDO LEÑA -¡ Hola, ñor José María! Traiga la leña pa verla. Cuánto cobra? -Cinco pesos. -¡Ave María gracia plena! ¡Los tres dulcísimos nombres! -Deje la jesuseadera; yo pido lo que quiero y usté ofrece lo que ofrezca, que usté manija su plata y yo manijo mi leña, y no hemos de disgustalos por cuestiones de pesetas. Eso sí, quiero decile que repare en la carreta, y que espí si está cargada con consencia o sin consencia. Si le cabe un palo más me lo raja en la cabeza. Yo soy un hombre legal, feo desilo; pero vea, a yo naide me' asariao hasta l'ora por mi leña. Esta es quisarrá amariyo, laurel y madera negra: de jierro pa' consumise, y pa prendese de yesca. Con una leñita asina se lucen las cocineras. -Sí, pero está muy menuda; tres pesos le doy por ella. -Por cuatro se la vaseo. -Si quiere los tres, vaséla. -Se la pongo en tres con seis, nada más que pa que vea que yo, si quiero tratar. -No mejoro la propuesta. Acuérdese qu'és verano y que anda dunda la leña. Sabe en cuánto compró dos carretadas ña Manuela, la mujer que vive ayí 'onde está echada la perra? ¡En cinco pesos! -Caramba!, de fijo que era de cerca. Tal vez jocote o güitite? -¡Qué va pa güitite!...Buena: juaquiñiquil y targuá... -Puede ser que asina sea. Mas volviendo a nuestro trato se la largo en tres cuarenta. -Los tres pesos que le dije. -Arrimeles la peseta y tratamos. -Ni un centavo. -Dónde le boto la leña? -¡Abrite el portón, Jacinta! -¡Está con yave, ña Chepa! -Aspérese, voy'abrile. -¡Gui! Güey viejo sinverguenza! ¡Confisgao tan pachorrudo! Gui, gui. Jesa, jesa, jesa! -Entrela en brasaos pequeños pa librar la chayotera. Coja por este saguán y d'iay cruza a la derecha, y en el rincón de l'esquina me l'acomoda en estebas de modo que deje paso al común. -Sí,? De deveras? Con que quiere de remache que le meta yo la leña y que d'iay se la acomode, y que ha de ser de manera que dé paso a la letrina? Dígame, señora Chepa: no le gusta más pelada y olorosa a yerbagüena, y con lasos en las puntas, y aspergiada de canela, y que además le regale como a modo de una feria, el chonete, los güeysiyos, los calsones, la carreta, y este chuso, y esta faja, y'a la sonta de mi agüela? -¡Qué hombresillo tan malcriao! ¡Cargue pronto con su leña!... -¡No! ¡Si la voy a dejar pa que la queme de muestra!... ¡Que me alse el patas el día que güelga a tratar con viejas.

Resulta claro que el campesino costarricense nunca habló así, es la ficción literaria que se impone sobre la realidad. Ni la palabra ni la voz con que se ha registrado mercando leña corresponden al habla ni del valle Central ni de ninguna otra región de Costa Rica. Por supuesto que hay palabras que si eran del habla cotidiana.

La poesía de Aquileo es una teatralización de diversas situaciones que nos señalan pistas de una forma de ser, pero que el autor se inventó sus personajes no cabe la menor. La revisión del diccionario de costarriqueñismos de don Carlos Gagini un investigador acucioso recogió las palabras de uso más frecuente propias de nuestra habla. Por eso es que recoger la voz, el registro, los tonos y las cadencias es muy importante.

Ni el habla ni el vestido del campesino corresponden a ninguna época hemos creado al " concho " como un personaje quizá al que se aspiraba que fuera nuestro campesinado. No obstante muchos de estos simples temas merecen una investigación más detalle.

¿ y es importante hacerlo? Pues si, conocer quienes son nuestros ancestros, su estilo, su "modus vivendi" para ir en busca de esa identidad pérdida. Lo que si es claro es que los costarricenses hablamos de vos, nos voceamos y no nos tuteamos, eso,es más reciente que entre los sectores medios y algunos intelectuales postizos se ha puesto de moda eso de tu. Siempre nos queda pendiente el mejor conocimiento del negro y el indio del caribe costarricense, muy idealizados en los estudios sobre identidad nacional.